Para que el cuerpo
se mantenga con vida, cada una de sus células debe recibir un aporte continuo de alimento y oxígeno. A la vez, debe recogerse el dióxido de carbono y otros materiales producidos por estas células para
eliminarlos del cuerpo. Este proceso lo realiza continuamente el sistema circulatorio. El sistema
circulatorio principal está formado por el corazón y los vasos sanguíneos, que
juntos mantienen el flujo de sangre continuo por todo el cuerpo transportando oxígeno y nutrientes y
eliminando dióxido de carbono y productos de desecho de los tejidos periféricos. Un subsistema del sistema circulatorio, el
sistema linfático, recoge el fluido intersticial y lo devuelve a la sangre. El
corazón bombea sangre oxigenada desde los pulmones a todas las partes del
cuerpo a través de una red de arterias y
ramificaciones más pequeñas denominadas arteriolas. La sangre vuelve al corazón
mediante pequeñas venas, que desembocan en venas más grandes. Las arteriolas y
las vénulas están unidas mediante vasos más pequeños aún denominados
metarteriolas. Los capilares, vasos sanguíneos del grosor de una célula, se ramifican desde las metarteriolas y luego se vuelven a unir a estas.
El intercambio de oxígeno y dióxido de carbono en la sangre tiene lugar en esta
red de finos capilares. Un adulto por término medio tiene unos 96.540 Km. de
vasos sanguíneos en su cuerpo.
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Arteria angular: La arteria angular
comienza al final de la arteria facial. Asciende hacia los ojos, suministrando
riego sanguíneo al conducto lagrimal y a los músculos orbiculares del párpado.
La arteria angular también tiene ramificaciones en la mejilla.
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Arteria tibial
anterior: Las arterias tibiales anterior y posterior se ramifican desde la arteria
poplítea y suministran sangre a las piernas y pies. La arteria posterior tibial
es una arteria grande que atraviesa las piernas hasta los pies, y ahí se
ramifica en la arteria plantar interna y externa (arterias de la planta del pie).
La arteria tibial interior se convierte en la arteria dorsal del pie en la
articulación del tobillo.
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Aorta: El vaso sanguíneo
más grande del cuerpo es la aorta, que sale del corazón y baja hacia la parte
inferior del cuerpo. Tiene un diámetro de unos dos centímetros y medio y la
sangre sale a través de la misma a una velocidad de unos veinte centímetros por segundo. La
aorta está dividida en varias partes: la aorta ascendente, el arco de la aorta
y las partes torácica y abdominal de la aorta descendente.
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Arco de la aorta: El vaso sanguíneo
más grande del cuerpo es la aorta, que sale del corazón y baja hacia la parte
inferior del cuerpo. Tiene un diámetro de unos dos centímetros y medio y la
sangre sale a través de la misma a una velocidad de unos veinte centímetros por
segundo. La aorta está dividida en varias partes: la aorta ascendente, el arco
de la aorta y las partes torácica y abdominal de la aorta descendente.
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Arteria arqueada: Las arterias
arqueadas son pequeños ramos curvos de arterias que suministran sangre renovada
al cerebro. El suministro de sangre al cerebro es constante, unos 250
milímetros por segundo. El cerebro es más sensible a la falta de oxígeno que
cualquier otro órgano del cuerpo. Las células del cerebro sufren daño permanente si se detiene el suministro de sangre durante más de dos
minutos. Por este motivo, el cuerpo ha desarrollado un sistema de seguridad, denominado autorregulación, mediante el que
varios nervios actúan para mantener el nivel de flujo de sangre al cerebro
incluso si el flujo cae drásticamente en el resto del cuerpo, como en el caso
de una fuerte hemorragia.
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Arteria axilar: En el lateral de
la primera costilla, la arteria subclavia se convierte en arteria axilar
(arteria de la axila) que continua en descenso hasta el borde inferior del
músculo redondo mayor y se convierte en la arteria braquial. La arteria se
divide en tres ramos alrededor del músculo pectoral menor, uno sobre el
músculo, otro detrás del músculo y el otro debajo del músculo. La arteria
suministra sangre oxigenada al brazo y al área torácica superior.
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Arteria braquial: La arteria
braquial suministra sangre oxigenada a los brazos. Comienza en el borde
inferior del músculo redondo mayor y se extiende hasta justo debajo de la
articulación del hombro. Después se ramifica en las arterias radial y cubital.
Se puede sentir el pulso situando las yemas de los dedos a lo largo de la
arteria braquial en la curva del hombro a lo largo del margen interior del
músculo bíceps.
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Capilares: Unos diez mil
millones de capilares se entrelazan por todos los tejidos del cuerpo,
suministrando sangre a todas las células. Son los vasos sanguíneos más
pequeños, de tamaño microscópico, y contienen menos del cinco por ciento
del volumen total de la sangre que circula. Los capilares se ramifican desde las
metarteriolas que conectan las arteriolas con las vénulas. Los capilares tienen
paredes finas, del grosor de una célula, y en ellos tiene lugar el intercambio
metabólico y de oxigeno.
Cuando la sangre fluye a través de los capilares en los pulmones, cambia de
sangre venosa a sangre arterial descargando dióxido de carbono y recogiendo oxígeno.
Su color cambia en el proceso de carmesí oscuro a escarlata brillante. Cuando
la sangre fluye a través de tejidos capilares, cambia de sangre arterial a
venosa. El oxígeno deja la sangre para introducirse en las células, y el
dióxido de carbono sale de las células y se introduce en la sangre.
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